Merecido homenaje a Raimundo Jiménez Ramírez, tras casi cincuenta años dedicado al balonmano en Águilas

Todos los grupos políticos con representación en el Ayuntamiento de Águilas aprobaron por unanimidad, en el Pleno celebrado en mayo de 2022, poner el nombre de Raimundo Jiménez Ramírez a la antigua pista de balonmano, situada en el Polideportivo Municipal.

El descubrimiento de la citada placa tuvo lugar el pasado sábado en un emotivo acto que congregó a familiares, amigos, jugadores veteranos y del nuevo CB Águilas, así como a diferentes autoridades locales entre las que se encontraban los concejales de Cultura, Turismo, Deportes, Juventud, y Hacienda, María Dolores Simó, Desiderio Navarro, Cristóbal Casado, Juan Andrés Torres y José Manuel Gálvez, respectivamente, así como otros miembros de la corporación municipal. Rodeado de tan gran número de personas, Raimundo Jiménez descubrió la placa donde reza su nombre en un acto cargado de afecto y recuerdos compartidos.

SOBRE RAIMUNDO JIMÉNEZ Y EL MUNDO DEL BALONMANO

Tras el inicio y consiguiente implantación del balonmano a siete en Águilas, en 1970, auspiciado por Miguel Ángel Blaya, la estructura deportiva continuó su trayectoria en manos de Raimundo Jiménez Ramírez y Juan Antonio Martínez Campos, a quienes después se les unió Salvador Palazón.

Ellos ahormaron el Club Balonmano Águilas y lo inscribieron en la competición oficial. Como poca, escasa y ridícula era la ayuda que recibía el deporte de base en general, entre todos —jugadores incluidos— hicieron verdaderas filigranas económicas en pro de su mantenimiento para competir a nivel provincial con equipos de muchas ciudades de la geografía murciana.

En todo aquel engranaje fue clave la labor de Raimundo Jiménez, canalizador de toda la burocracia y relaciones con la Federación, y con la Dirección General de Deportes. Sin ese trabajo no era posible la participación a escala provincial, y Raimundo Jiménez era quien registraba fichas, acudía a reuniones con las citadas entidades, batallando siempre por conseguir ayuda económica para sufragar gastos de arbitraje o material de equipaciones, tanto del primer equipo como para los que fueron surgiendo en categorías de edades inferiores.

Y ahí ha estado la friolera de 46 años tramitando y custodiando fichas y cuidando del archivo de prensa, para que no se perdiera la historia del balonmano aguileño. Él era quien se hacía cargo de casi todos los detalles que pudieran parecer más nimios y, en general, responsabilizándose, prácticamente, de toda la intendencia: redes en las porterías, balones, estado de vestuarios, equipaciones, organización de desplazamientos, atención a los árbitros y hasta recogida de donativos que el público depositaba en una caja de zapatos, colocada a la entrada de la pista, para contribuir al pago de los derechos de aquellos.

Además, muchos fueron los encuentros, tanto del equipo sénior, como de los que fueron surgiendo de la cantera, en los que tuvo que ejercer de entrenador y responsable absoluto del club con aquellos equipos.

En definitiva, el alma mater y a quien hay que agradecerle sus iniciativas, actitudes y artes deportivas para que en alguna ocasión no se quedara Águilas sin representación en el balonmano murciano.

Y si a su participación en el balonmano de ámbito superior nos referimos, en más de media docena de ocasiones —siendo seleccionadores Fernando Martínez y Salvador Palazón— también desempeñó el cargo de delegado en los partidos de los combinados regionales murcianos en campeonatos nacionales.

Durante esos 46 años, básicamente de delegado y durante un tiempo no superado por nadie, posiblemente, en ninguna modalidad deportiva en el ámbito de la Región de Murcia, muchos han sido los reconocimientos que ha ido cosechando:

?En 1999, con ocasión de la Gala Regional del Deporte, celebrada en Alhama de Murcia, se galardonó a Raimundo Jiménez por ser el delegado de equipo, de todos los deportes, más longevo en toda la Región de Murcia y la Federación de Balonmano de la Región de Murcia le concedió su insignia de plata.

?En febrero de 2001, la Gala del Deporte Aguileño correspondiente al año 2000 también lo distinguió por su labor y trayectoria deportiva.

?En 2004, otra vez, de nuevo, lo condecora la Federación de Balonmano de la Región de Murcia, esta vez con la insignia de oro.

?En abril de 2017, otra conmemoración "en agradecimiento de toda una vida dedicada al balonmano, siendo un ejemplo para todos".

?En 2018, en Águilas, otra distinción en forma de "Mención especial por su contribución al balonmano aguileño".

Si actualmente puede Águilas presumir de tener a su primer equipo en Primera División Nacional, por supuesto que se debe a muchas personas: a las que iniciaron este deporte en nuestro pueblo, a quienes siguieron trabajando y apostando por él, y a quienes hoy, tanto pertenecientes al deporte en sí, como a la iniciativa empresarial, están haciendo realidad este sueño.

Pero si no hubiera existido un hilo conductor con la dedicación de Raimundo Jiménez, a lo peor no podríamos estar hablando de este extraordinario presente.

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