El acusado de corromper y abusar de niños niega los hechos y dice que siempre los respetó

Murcia, 13 jul (EFE).- El acusado de abusar de niños a los que daba clases de lucha grecorromana, y de corromperlos, para quien el fiscal pide pena que suman más de 42 años de cárcel, se ha declarado hoy en Murcia inocente y ha dicho que "siempre" los trató "con la educación que se merecían como menores de edad que eran".

Por el contrario, cuatro de estos menores, que han declarado como testigos a través de videoconferencia, han señalado que Miguel E.J. les obligaba a masturbarse y a bañarse desnudos en la playa, que les metía un dedo por el ano y que intentaba penetrarlos analmente.

En la primera sesión de la vista oral que se desarrolla en la Audiencia Provincial de Murcia, el acusado, que había instalado un gimnasio en un almacén ubicado en Águilas (Murcia), ha manifestado que en ese local daba clases de lucha grecorromana a niños de entre 8 y 15 años.

Como parte de la formación física de los niños, ha añadido, los llevaba a la playa y a una caseta situada en el mismo municipio, pero ha negado que los obligase a bañarse desnudos o que abusara de ellos.

El acusado, que ha afirmado que ha sido en nueve ocasiones campeón de España en esta modalidad deportiva, ha declarado al tribunal: "No sé por qué me denunciaron; no le encuentro explicación alguna a esta acusación tan falsa, porque los hechos que me atribuyen nunca existieron".

El acusado, en prisión desde que los supuestos abusos fueron descubiertos, en junio de 2007, ha admitido haber puesto crema en la espalda y en los hombros a los niños, pero "esto es normal en la lucha, porque se pone para evitar que el contrario pueda agarrarnos con más facilidad".

Miguel E. negó también lo afirmado por los niños, que han comentado que les daba dinero y fruta a cambio de los abusos, y ha asegurado que las pequeñas cantidades que les proporcionaba, nunca más de uno o dos euros, se debían a que se habían portado bien y lo había ayudado en el campo.

De los cinco menores que han declarado como testigos, cuatro dijeron haber sufrido abusos, mientras que el quinto, que tenía nueve años cuando supuestamente ocurrieron los hechos, ha indicado que el acusado no le hizo nada, aunque añadió que sí había sido testigo de sus actividades sexuales de Miguel E. con otros amigos.

En la sesión de hoy han prestado declaración también como testigos las madres de dos de estos menores, quienes afirmaron que sus hijos se encuentran en tratamiento psicológico como consecuencia de lo ocurrido.

La vista continuará mañana con la intervención de los médicos forenses que examinaron al acusado y de los psicólogos que entrevistaron a los menores.

El fiscal pide para Miguel E. 42 años y ocho meses de cárcel por cuatro delitos continuados de abusos sexuales y otros tantos de corrupción. EFE

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