Enmarcado dentro de las actividades del Octubre Joven, alrededor de medio centenar de jóvenes vivieron un fin de semana de convivencia medioambiental en el Molino del Saltador lleno de actividades organizadas por ellos mismos y enfocadas al cuidado del medio ambiente; desde rutas por la zona, hasta montaje de construcciones de supervivencia, pasando por juegos con pistas de rastreo y talleres de cabullería.
La convivencia comenzó el sábado por la mañana con la salida desde el local Scout; la sección Clan (17-21 años) se fue en coches cargados con todo el material y la comida del fin de semana, para descargar en la zona de campamento y organizar los materiales, mientras que el resto de secciones: Manada (8-11 años), Tropa (11-14 años) y Unidad (14-17 años) se fueron de ruta hasta el Molino del Saltador. Una vez en el recinto, cada sección realizó las actividades, juegos y talleres que los propios chavales, con ayuda de sus Scouters (monitores scout) habían organizado.
El domingo, como colofón final, se realizó una replantación por los alrededores del Molino del Saltador, replantación también organizada por secciones, para que todos pudieran participar. Las propias Secciones Scout recibieron a alrededor de una veintena de personas que se acercaron hasta el Molino para ayudar con esta actividad. Contábamos con 120 pinos donados por el Ayuntamiento de Águilas que se repartieron entre el interior del recinto del Molino, la zona superior del mismo y los bordes de la rambla que pasa frente al recinto.
Para cerrar el día, la convivencia pasó a incluir a un total de casi un centenar de personas, incluyendo a padres y familiares de los miembros del Grupo, que prepararon una gran paellada y un Concurso de Repostería que brilló por la calidad de los postres que se presentaron.
Fue un fin de semana protagonizado por el frío del otoño que llegó de repente el domingo, pero que no consiguió enturbiar la ilusión de los Scouts por dejar el mundo un poco mejor de como lo encontraron.
