Espectacular inicio de temporada de Promúsica Águilas junto a la Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia y el pianista Jorge Nava

El cartel "Águilas, la gran música y el mar" ha salido publicado en la revista internacional "Melómanos", junto a una noticia sobre la proyección internacional del Trío Bacarisse

La gran música inundó anoche el Auditorio y Palacio de Congresos Infanta Doña Elena en la inauguración de la temporada de conciertos 2016-2017 de Promúsica Águilas. La Orquesta Sinfónica de la Región de Murcia, dirigida por su titular, Virginia Martínez, y acompañada por Jorge Nava, una de las promesas del panorama pianístico español, interpretó el Concierto para piano N° 3 en Re menor Op.30 de Rachmaninov. La obra está considerada como una de las más difíciles y exigentes composiciones para piano, con cerca de 60.000 notas musicales que el joven virtuoso tocó a la perfección sin partitura. Sobre esta composición, el musicólogo de Promúsica José Luis Llorca ilustró a los abonados explicando que "el instrumento solista está tratado con maravillosa variedad; sin duda, la profunda comprensión que tenía Rachmaninov de su instrumento dio como resultado el más pianístico y complicado de los movimientos".

El público, consciente o no de estas apreciaciones técnicas, respondió a la maravillosa interpretación de Nava aplaudiendo en pie, de modo que el pianista tuvo que volver al escenario en repetidas ocasiones.

Tras la tradicional copa de cava y el bombón con el que Promúsica agasaja a sus seguidores, la Orquesta Sinfónica ofreció una brillantísima interpretación de la Sinfonía N° 2 en re Mayor Op.43 de Sibelius. Sobre esta composición José Luis Llorca compartió unos comentarios del mexicano Roberto Ruiz de Guadalajara acerca de un curioso paralelismo entre el cubo de Rubik y el método compositivo del finés con esta sinfonía. "La Segunda sinfonía de Sibelius, es como un enorme barco construido a lo largo de los tres primeros movimientos, y cuya estructura total sólo podemos contemplar al final de la obra antes de lanzarlo a las aguas misteriosas de la memoria. El mismo Sibelius dijo: "Es como si el Todopoderoso hubiera arrojado mosaicos del piso del cielo y me hubiera pedido que los armara"".

Verdaderamente, el público pudo experimentar algo casi divino, un sentimiento común, limpio y puro, con el que los presentes empatizaron con el afloramiento del arraigo amoroso de Sibelius por su tierra. En palabras de algunos de los asistentes, "experiencias así te hacen sentir la grandeza a la que puede llegar el hombre".

Sin duda, la elección de Rachmaninov y Sibelius fue todo un acierto; como lo es el resto de la estudiada y selecta programación de conciertos que conforman la temporada musical 2016-2017 de Promúsica. Por eso, y porque esta asociación aguileña está consiguiendo el imposible de hacer que un pueblo como Águilas se convierta en referente internacional de la música clásica, la revista "Melómanos" ha publicado a página completa el cartel anunciador de los conciertos de este año, que muestra el lema "Águilas, la gran música y el mar". Así se lo comunicó el presidente de Promúsica, Juan Carlos Sánchez Renovales, a la edil de Cultura, Lucía Hernández, quien felicitó a la asociación por la proyección que están teniendo y por la labor como embajadores de Águilas que ejercen en el ámbito de la cultura. Es de destacar de esa misma publicación un artículo titulado "El Trío Bacarisse rompe fronteras con su música", ya que esta agrupación musical tiene una vinculación enorme con la localidad al ser aguileña su violinista, Laura Rodríguez, quien acaba de volver de Sofía, donde actuó la pasada semana, para próximamente viajar a Praga y a El Cairo, llevando siempre el nombre de Águilas por los escenarios más importantes del mundo.

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